Parte I
¡Hey, viajero(a)!
Antes de empezar, aquí les dejo todo lo que necesitan saber sobre el programa que me permitió mudarme a Europa resumido en 1 minuto:
Ahora sí, vamos a ver todo lo que tuve que hacer…
Paso a paso:
1. Aprender francés
Es evidente que para venir a Francia debía tener un conocimiento básico de francés. Por suerte, yo llevaba cuatro años estudiando dicho idioma al momento de enviar mi candidatura.
EXCUSEZ-MOI ? ¿Cuatro años? ¿Será que vale la pena seguir leyendo?
¡Por supuesto que sí!
Mi caso es bastante particular porque yo ya estudiaba traducción como carrera al momento de postularme. No obstante, tuve la oportunidad de conocer a otros candidatos de diferentes países cuyas carreras no estaban ligadas ni al francés ni a la enseñanza.
Dichos candidatos estudiaban o habían estudiado francés en academias como la conocida Alianza Francesa, presente en 132 países.
Pero aquí te va el primer secreto:
El francés no es tan importante como tu lengua materna.
Al ser asistente de enseñanza en mi lengua materna, lo que se esperaba de mí es que fuese capaz de enseñar mi idioma como una lengua extranjera, por lo que tenía que convertirme en una experta en español.
Ojo, esto no quiere decir que tengas que ser un lingüista pero, por ejemplo, si ya has dado clases de inglés, seguramente te habrás dado cuenta de que hay ciertas estructuras y otros detalles que para tus estudiantes no son tan evidentes como a ti te parecen.
Además de ayudar a los profesores de español, este trabajo también me exigía que me convirtiera en embajadora de mi país. Más allá de la gramática y todo a lo que por lo general estamos acostumbrados cuando aprendemos un idioma, en Francia se tiene una pedagogía muy inclinada hacia la enseñanza de idiomas a través de la transmisión de la cultura, costumbres y valores de sus hablantes.
Como ya dije, ni yo ni otros candidatos teníamos una carrera en enseñanza de nuestra lengua materna o de lenguas extranjeras. No obstante, al ser un trabajo de auxiliar de aula, se esperaba que los participantes tuvieran cierta experiencia en el área.
En mi caso, yo había tenido la oportunidad de ser profesora de francés para principiantes por unos 3 meses y para entonces era profe de inglés en modo freelance para niños. Cabe destacar que en ninguno de estos trabajos tenía una experiencia de más de un año.
Volviendo al tema del francés, como comenté en el post anterior, se requiere como mínimo un nivel B2 según lo establecido por el Marco Común Europeo de Referencia para las lenguas.
A pesar de ello, al llegar a Francia conocí a otros asistentes cuyo nivel de francés era mucho más bajo y que al principio preferían hablar en inglés. Por eso me di cuenta de que los requisitos y exigencias varían dependiendo del país.
Pero no porque otros puedan venir a Francia con un nivel bastante básico quiere decir que el nivel de idioma no es importante.
A mí hablar francés me sacó de aprietos más de una vez: al llegar a Francia mi maleta se había quedado varada en la escala en Madrid y también me tocó hablar por mis roomies (una alemana y una irlandesa) cuando fuimos a abrirnos la cuenta en el banco o a pedir que nos instalaran el WiFi en el apartamento porque a ellas todavía les costaba mucho el idioma.
Otro secreto no tan secreto:
El mito de que los franceses no son buenos en inglés es real.
Créeme que hablar francés, así sea con un nivel B1, te ahorrará mucho tiempo y tranquilidad.
Bonus
Es posible que te pidan un certificado DELF (Diplôme d’études en langue française, es decir, el diploma oficial que certifica tu nivel de francés). En mi caso, yo no lo necesité (supongo que por mi carrera), pero de todas formas decidí presentar el DALF (Diplôme approfondi de langue française) antes de venir a Francia.
Sin importar tu nivel, me parece que este es un recurso importante, especialmente si tomas en cuenta que en Francia el precio de dichos certificados es de 100€ y hasta más dependiendo del nivel que quieras certificar.
2. Prepararse para la entrevista de trabajo… en francés.
Como la finalidad de este concurso era conseguir un empleo en Francia, con un contrato y una remuneración, el proceso de selección fue muy parecido al de cualquier otro trabajo. Dos de los documentos principales que me pidieron fueron mi CV y mi carta de motivación, ambos en francés.
La famosa lettre de motivation…
Para el momento de postularme al concurso no era ninguna experta en este ámbito, más bien tuve que investigar mucho en internet y pedirle a una amiga francesa (y a su mamá) que me corrigiera la carta.
A casi 2 años de vivir en Francia, puedo decir que con todos los modelos de cartas que he tenido que escribir y mis más de 500 lettres enviadas, creo que ya conozco bastante sobre el tema.
Te cuento otro “secreto”, por si no lo sabías:
La carta de motivación es uno de los dos documentos que exigen el 99% de las veces para postularte a un trabajo en Francia y en muchos países del mundo… aunque muy pocos la lean.
El otro documento es el CV, por supuesto.
Algunas empresas se han dado cuenta de que en muchas ocasiones esto es una pérdida de tiempo y de motivación para los candidatos, así que ya no las piden, pero la mayoría lo sigue haciendo. A veces incluso exigen que llenes un formulario con preguntas súper específicas que ninguna carta que ya tengas hecha podría ayudarte a responderlo. No se trata de copiar y pegar.
Hay que esforzarse.
Lo bueno de vivir en esta época es que tenemos internet. Y en internet hay de todo. Gracias a Google, entendí qué era una carta de motivación y cómo usarla a mi favor. Dicha documentación previa fue muy útil porque el formato y su contenido son distintos según el país y el idioma.
Por lo que entendí, la idea es vender tu mejor imagen en un texto siguiendo cierto orden, y así lo hice:
✔ Hablé un poco sobre mis estudios y experiencias más relevantes para el puesto de asistente de español;
✔ Le conté a quienquiera que fuese a leer mi carta cuáles eran las cualidades que hacían de mí una candidata interesante e inigualable;
✔ E intenté explicar de la mejor manera posible cómo mi colaboración sería valiosa y lo mucho que aportaría al programa, a mis colegas y a los alumnos.
Bonus x2
Solo mencioné en mi CV las experiencias y estudios más pertinentes para el puesto de trabajo. Por lo general, el CV debe ser coherente con el cargo al que se esté postulando, por lo que puede ser que no todas tus experiencias sean imprescindibles.
Y otro secreto que no debería ser secreto:
¡No olvides revisar la ortografía!
Por cierto, ahora que llevo más de 5 años en Europa, he descubierto los secretos de viajar con bajo presupuesto e incluso hacer actividades gratis (como este tour gratuito por París, por ejemplo).
Hoy doy asesorías para que tú también logres ser asistente de español, para que te ganes una beca, para que consigas empleo o para ayudarte a organizar tus viajes de la mejor manera posible. Si este mensaje resuena contigo, escríbeme por Instagram.
3. Hablar en francés, leer en francés, pensar en francés… En fin, practicar tu francés
La entrevista para este puesto era como cualquier otra entrevista de trabajo (al menos en mi experiencia). Por supuesto, esta también era en francés, y al no tener a nadie con quién practicar todo el tiempo, muchas veces y terminaba hablando sola en mi cuarto con mi mejor francés machucado.
Para entrenar el oído, empecé a ver series, películas, videos en YouTube y a escuchar las noticias en francés. De vez en cuando, le pedía a mi amiga francesa que me enviara preguntas por audios en WhatsApp y yo le respondía por el mismo medio.
Como yo tengo miedo escénico, decidí tomar nota de algunas preguntas y aprenderme mis respuestas como si fuera un guion. También practiqué mi entonación y ritmo para no tropezarme con mis propias palabras el día de la entrevista.
En este próximo secreto, te dejo algunas de las preguntas que me planteé:
- Pourquoi avez-vous décidé d’étudier le français ?
- Pourquoi souhaitez-vous aller en France ?
- Quelles sont vos motivations pour devenir assistante de langue vivante ?
- Avez-vous déjà enseigné l’espagnol ? (ou votre langue maternelle)
- Avez-vous de l’expérience en enseignement de langues étrangères ?
- Donnez-moi un exemple sur comment vous pourrez enseigner votre langue.
- Êtes-vous déjà allée en France ?
- Quels sont vos projets une fois finie votre expérience en tant qu’assistante de langue ?
Pero claro, la vida no puede ser como una película. El día de mi entrevista la primera pregunta que me hicieron es una de las más comunes en cualquier entrevista de trabajo:
- Racontez-moi un peu sur votre parcours.
¿Parcours? ¿Qué significa parcours?
Por suerte, mi sentido común me hizo sospechar que parcours significaba “experiencia” o “trayectoria”, así que respondí en consecuencia.
Otro consejo que te puedo dar es que si alguna vez tienes una entrevista en otro idioma y no entiendes una pregunta,
no tengas miedo de pedirle a tu interlocutor que te repita la pregunta.
Él o ella estará consciente de que no está hablando con un nativo y que posiblemente estés nervioso, por lo que no tendrá ningún problema en reformular la pregunta.
Para escribir este post me inspiré tanto con las preguntas y comentarios que me enviaron que redacté 7 páginas con consejos e información valiosa que espero que sea de utilidad para más de un nómada como yo.
Para cerrar esta primera parte, te contaré una última anécdota (si no te gusta el chisme, puedes dejar de leer aquí):
Siguiendo ciertas recomendaciones, el día de mi entrevista me fui vestida de etiqueta: blazer, falda tubo, tacones y accesorios afines.
Recuerdo que tuve que esperar afuera de la embajada por un rato largo y que eso me dio tiempo de conocer a otros concursantes. Uno de ellos me confesó que al verme vestida así había pensado que yo también trabajaba en la embajada.
Pensé “a lo mejor salió a fumarse un cigarrito“, me dijo. 😂
Cuando por fin era mi turno y estaba dentro de la embajada esperando, sentada en un sofá y arrepintiéndome de haberme puesto tacones, escuché un estruendo que provenía desde afuera. Vi a través del ventanal cómo los árboles se estremecieron y sentí cómo de pronto el piso empezó a moverse.
Sí, estaba temblando.
A mí y al Pato Lucas.
Todos los presentes dentro de la embajada tuvimos que evacuar el edificio y dirigirnos al patio para esperar a que la réplica pasara. Mientras esperábamos, yo ya estaba tratando de no desanimarme porque pensaba que mi entrevista iba a quedar para otro día.
Como estaba rodeada de empleados de la embajada, aproveché la oportunidad para practicar mi francés y me puse a hablar con una de las personas allí presentes.
Minutos después, anunciaron que ya era seguro volver a las instalaciones y que continuarían con el proceso de entrevistas. La próxima era yo.
Resulta que la persona con la que había estado hablando era mi entrevistadora.
No sé si esta casualidad me ayudó a crear empatía, pero al menos haber podido conversar con ella antes de la entrevista me dio la ventaja de afinar un poco el oído y adaptarlo a su tono y acento francesísimos.
Como esta experiencia tengo muchas más.
Y ellas me han enseñado que, sea lo que sea que ocurra, todos los hechos siempre tienen un propósito. Como nómada y soñadora, te invito a prestarle un poco más de atención a esas “señales” y a tratar de seguirlas, porque ellas te llevarán a un resultado maravilloso.
¡Muchas gracias por haber leído hasta el final! Muy pronto estaré publicando la segunda parte de cómo logré alcanzar mi meta de vivir en Francia.
Por ahora, te invito a dejar tus preguntas, sugerencias y comentarios para poder seguir inspirando a otros a atreverse a viajar. También puedes compartir esta entrada haciendo click aquí.
14 Comentarios
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No te imagino en tacones Carmen, jajaja, siempre te han gustado tus converse o de mii perspectiva lo veía así… Además del temblor como decimos los Venezolanos faltaba que te orinara un perro.
Hola, Luis. 🙂 Jajaja, me sigue encantando usar zapatos deportivos, peroe estoy pensando en comprarme unos tacones para “ocasiones especiales”. Y sí, totalmente, pensaba que me iban a cancelar la entrevista. Por suerte ,todo salió bien. ¡Gracias por comentar! 🙂
Hahahahaha tembló el día de tu entrevista. No recordaba eso; al final todo fue a tu favor hahahahaha.
Chama, soy fan
Jajajaja. Sí chama, pero ese temblor no fue el peor que el que pasó cuando estaba en mi casa y mi hermano me había dejado encerrada en la casa sin querer, JAJAJA. Gracias. ♥